La invitación y la espera

By jhonnyobando - marzo 11, 2018

El asilo de ancianos Vicente Sotomayor es un lugar con una arquitectura icónica, murales de lujo y colores que parecieran remontarnos a inicios del 1900.
La clara muestra del arte guayaquileño de la época.




En este instante, mientras escribo, no puedo hablar específicamente del lugar, que figura ocupaba dentro de la ciudad o quienes habitaban tan maravillosa arquitectura; pero quiero hablar de la actualidad, del 2017 y 2018, de quienes viven ahora en el espacio, de para quienes el lugar es mucho más que una simple casona grande y bonita, para quienes tan hermoso arte, es hoy su hogar.

Son mujeres maravillosas, quienes desde la primera vez que las vi, me dan la única impresión de espera, ¿Esperando qué? No sé, no tengo respuesta para es pequeña interrogante, pero hay espera.

También hay recuerdos, alegrías, ganas de vivir y amar, de ser escuchadas, saludadas, abrazadas.

El asilo está, sin lugar a dudas, habitado por flores de nuestro mundo, con miles de historias por contar, con un sin número de risas para repartir por doquier y nosotros tuvimos la oportunidad de conocer y de estrechar.

Pasamos unas cuantas tardes de actividades, cantando, hablando de anécdotas del pasado, planes del futuro. Pero insisto, hay espera.

Os invito a pasar por el asilo, como dice algún poeta, a darse un baño de tumba, a bajar de las cimas y conocer, amar y llenarse de alegrías. Ellas por un aproximado de 3 meses, estuvieron esperando cada tarde a que llegáramos a dar un poquito de nosotros para darnos también un poquito de ellas, luego tuvimos que marcharnos, por mi parte, planeo volver de vez en cuando, a compartir atardeceres, pero están esperando también compartirlos contigo.

Recuerda, que podrías ser tú en el futuro quien se siente a la espera del milagro prometido para todos.

La vida latiendo, universo paralelo, soy luz, soy sol, soy antares, soy renacer.

  • Share:

You Might Also Like

0 comentarios