Ayahuasca

Llegó el momento de hablar de una de las experiencias más poderosas e importantes de mi vida, en el plano "búsqueda de respuestas".  No se si estoy utilizando el título más adecuado o las palabras más exactas, solamente se que quiero ser yo y compartir mi participación en una ceremonia "Ayahuasca".

Todo empezó hace aproximadamente 8 años, cuando en un rodaje escuché a un compañero hablar de esto y me llamó mucho la atención, como siempre, le pregunté hasta el cansancio todo lo que pude, pasaron los años, me seguí informando y siempre con ganas de hacer el intento.

Con el tiempo lo olvidé y como llamado por mi destino, en enero de 2015 me vuelven a hablar de ello y sabía que era el momento. Junto a mi amiga y compañera de viaje fijamos fecha y hora, llamamos a la persona encargada y empecé  a preparar mi arribo a EE.UU. Estaba en Guayaquil y la cita sería en un pueblo a casi 4 horas de Los Angeles en California, el viernes 27 de febrero y aquí va mi aventura.

La ceremonia inició maravillosamente bien, como cualquier otro ser humano, en ocasiones me emocionaba, otras me sentía nervioso, pero la mayor parte del tiempo sereno y pensativo, acerca de lo que estaba haciendo; con mil preguntas y muchas ganas de saber que era lo que había más allá, puesto que soy extremamente curioso y hay algo que "no me encaja" en el mundo. Con esto no pretendía descubrirlo todo, o ajustar lo desajustado o encontrar la respuesta a la pregunta que nadie conoce y nunca conocerá, la existencia de un Dios y todo ese tipo de barbaries que ahora no vienen al caso.

Todo listo, la hora cero... Tomo mi porción en medio de muchos individuos, quizá con las mismas dudas e inquietudes que yo, tal vez algunos solamente por probar algo nuevo, otros por el hecho de vivir aventuras y cosas riesgosas, etc., en fin, en mí, la planta empezó a hacer efectos literalmente a los 15 minutos después de tomarla, he escuchado de personas a quienes les tarda un aproximado de una hora para que les haga efecto.

Empecé a escuchar una voz que me decía, estás sano, sano, estás sano y a partir de eso, mi mente habitó otras latitudes de forma inmediata. Mientras escuchaba aquella voz que me hablaba de sanidad, mi cuerpo se explotaba a retorcijones extraños, sentía que elementos que me habitaban, salían de mí desesperados, era como que mi cuerpo expulsaba cosas extrañas que no tenían por que estar en el.

Luego de esa primer experiencia, casi como deporte extremo; todo se empezó a llenar de paz y tranquilidad, escuchaba una música cerca, muy cerca de mis oídos, que me arrullaba, era como estar en el vientre de mi madre totalmente protegido del mundo. Sentía tranquilidad extrema en todos los sentidos, me reía y era muy feliz.

Luego de que terminó esa experiencia, pareciera que hubiese salido al mundo y lo hice volando como un águila; recorría el mundo volando y viéndolo todo desde lo más alto. Como esa águila que era, atravesaba por milenios y milenios, prácticamente desde el inicio del universo hasta nuestros días. Luego de ese recorrido épico, aterrizo en un lugar inmenso lleno de libertad y lo hago como un león y me sentía totalmente un león, fuerte y capaz de todo.



En ocasiones (cuando se me ocurría abrir los ojos), todo esto desaparecía, pero nuevamente llegaba la música arrulladora que me llevaba al vientre de mi madre y me hacía ser muy feliz.

Hubo un momento en el que sentí mucho miedo y me sentía perdido, sentía que necesitaba urgente salir de ese trance, me sentía una persona anormal que quería volver a la vida, tal cual la conocía. Al parecer estaba batallando de una u otra forma ya que la chaman se acercó a mí a tranquilizarme y recuerdo haberle dicho, -"No quiero vivir esta experiencia, quiero que esto se salga de mi cuerpo". Recuerdo que me dio a beber agua y poco a poco me empecé a tranquilizar de nuevo.

A estas alturas, todo se regeneraba, me veía viajando y recorriendo el mundo junto a el amor de mi vida, la persona con quien quiero compartir mi días sobre la tierra. Nos veía viajando, con una familia hermosa, amigos maravillosos, una carrera estable y exitosa, entre otros grandes sueños cumplidos.



Poco a poco todo volvía a la normalidad o a la realidad o como lo quieran llamar, me sentía con tanta paz y tranquilidad, con ganas de amar cada vez más, de entregar lo mejor de mi en todo, de dar mi granito de arena para mejorar el lugar donde vivimos pero lo mejor de todo, desperté con ganas de ser feliz completamente y hacer feliz a todas las personas que estén a mi alrededor. Hoy amo la vida más que nunca, los animales más que antes, la tierra y los árboles, cada ser humano. Soy luz, soy sol, soy antares, soy renacer.

Esto es solo una parte de mi experiencia. ¡Lo que creo relevante! pero hay más.